domingo, 16 de octubre de 2011

Desnudo integral.

La camisa de once varas arrugada en la tarima,
y una lágrima que deja de pesar en la retina,
lo que contamina es mucho, casi todo es lo que tima,
ánimas de cartón piedra se cayeron de sus cimas,
¿qué será de bailarinas, cuando dejen de dar vueltas?
¿qué será de nuestros perros cuando rompan las cadenas?
¿qué será de tus melenas?¿qué será de las promesas?
la lágrima cayó al suelo, que se convirtió en arena,
y unos pantalones rotos, arrugados en el suelo,
y unas alas polvorientas cosidas en terciopelo,
necesitan rozar cielo, necesitan volar alto,
correr rápido en el viento para sudar tiempos malos,
arena y cal, cal y palos, con arena en los bolsillos,
que se escapa entre los dedos al sacar los cigarrillos,
un besarse de tornillo, y una mirada sincera,
y los calcetines sucios tirados en la escalera,
cera y fuego, y la madera, y vasos y una botella,
y pasos lentos de otoño con sabor a primavera,
¿qué será de una quimera? será todo lo que venga,
lo que tenga se irá yendo, para que traigan sorpresas,
y la ropa interior negra, perdida entre las palabras,
de un desnudo integral crudo, de lo que nunca sabrás.

domingo, 25 de septiembre de 2011

En la calle desegaño.

Mierda y meados.

Sólo mierda y meados, plástico y goma y escombros...
interés de corazón y corazón de alquiler hecho trozos,
brazos morados y parpados pegados de ese falso gozo,
placer de vida y muerte en la delgada linea que la suerte decida.
barro, mierda, meados, y esbozos de sornisa,

Maquillaje, triste maquillaje de vida,
no somos humanos y no hay esperanza en ganar la partida,
barro por las avenidas,
dolor que se olvida unas horas y vuelta al camino, desidia.

Juego de mesa de risas y prisas y espinas,
dar una vuelta, jugar, perder, perder, y vuelta a pasar por salida.
siempre volver a salida, siempre la misma casilla,
siempre caerás peor y fuerte, cuanto mas hayas subido, mirandolo desde arriba.
meados en las esquinas
vómitos en las puertas de oficinas, y el mundo gira.

No hay hogar y no hay salida, no hay tiempo ni espacio,
solo movimiento perpetuo e incansable necio y turbio que me guía.
la vida es una risa y un lamento, y sentirse vivo a veces es un reto,
amor y respeto,
dormir sin dormir y comer sin comer y beber sin saber y bailar sin querer,
mierda en todas partes, mundo letrina.

Realidades aplicadas, a un concepto del día a día, de la palabra escrita,
cuando en el pecho se rompe el tejado de la caijta.
corazón que grita, que pide, que irrita,
y la realidad aplicada, que solo le escucha y le deja, cuando no está la luz encendida.


lunes, 19 de septiembre de 2011

Cajita.


Hay una cajita de cristal y un corazón de plata,
que evita que puedan coger trozos las ratas,
y en el pecho de lata en un lecho de nadie, rescata,
un sentimiento de dolor que se desata,
la sangre de las venas,
que nos hace sentir vivos cuando quema,
al rojo son las marcas de cadenas,
azùcar que envenena, dulce sacramento de la ultima cena,
y el querer es libertad y es la condena,
hay una cajita de cristal en la alacena,
que guarda lo bonito que nos queda,
y no se pudre, no se gasta y no se enreda...
solo brilla y nos recuerda que no hay muerte, nena
solo cambio y movimiento y un amor sin fechas,
que es mas grande y mas potente que el rugir de cien ballenas,
hay una cajita con un cierre y un candado,
que solo se abrirá sacando un trece con dos dados,
nadie tocará jamas su contenido, prometido,
y si me preguntan solo responderé que no es mío,
que la puta vida ya es un puto lío,
pero queda una cajita, con lo auténtico, inmortal y lo bonito.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Esto no es mío, a veces nada lo es.

Nada lo es, y todo un poquito.. todo es la sombra algargada y densa o leve segun cuando lo mires, de lo que fue... y el deseo y la curiosidad de ver lo que será, de todo lo que será, y amigos, realmente deseo, que lo segundo nos pese mas que lo primero, o vida es lo último que podremos llamar a cómo respiramos, como queremos, y como... en fin, seguimos andando hacia algún lugar.


[Hoy dejo algo especial, de hecho, algo que no es mío, es nuestro, y lo escribió otra persona, para una tercera, y dejó que el resto lo viéramos, y disfrutasemos de lo mas bonito que existe, sin duda, saludos, amigos.]



nos gusta ducharnos después
(a mí me gusta el agua más caliente que a ella)
y su rostro siempre está suave y lleno de paz
y ella me lava primero
me extiende el jabón por los huevos
los levanta
los aprieta,
luego me lava la polla:
"¡oye esto sigue duro!"
luego me lava el vello de ahí abajo,
la tripa, la espalda, el cuello, las piernas,
yo sonrío sonrío sonrío,
y después la lavo yo a ella...
primero el coño,
me pongo detrás, mi polla en sus nalgas
suavemente enjabono los pelos del coño,
lavo ahí con un movimiento suave
tal vez me detenga más de lo necesario,
luego las piernas por detrás, el culo,
la espalda, el cuello, la hago girar, la beso,
enjabono los pechos, luego la tripa, el cuello,
las piernas por delante, los tobillos, los pies,
y luego el coño, una vez más, para que me dé suerte...
otro beso, y ella sale primero,
se seca, a veces canta mientras yo sigo allí
pongo el agua más caliente
disfrutando los buenos momentos del milagro amoroso
luego salgo...
normalmente es por la tarde y todo está tranquilo,
y mientras nos vestimos hablamos sobre qué otra cosa
podríamos hacer,
pero el estar juntos resuelve casi todo,
en realidad, lo resuelve todo
porque mientras esas cosas estén resueltas
en la historia de una mujer y
un hombre, es diferente para cada cual,
mejor y peor para cada cual...
para mí, es tan espléndido como para recordarlo,
tras la marcha de los ejércitos
y de los caballos que pasan por las calles afuera,
tras los recuerdos del dolor y el fracaso y la desdicha:
Linda, tú me has traído esto,
cuando te lo lleves
hazlo lenta y suavemente
hazlo como si estuviera muriéndome en sueños en lugar de
en vida, amén.


Charles Bukowski (1920-1994)


http://www.youtube.com/watch?v=gr3PlPnxPHo&feature=related

jueves, 25 de agosto de 2011

Tenía algo mas de tres euros para terminar un mes que debía haber acabado el día dos. Invertí uno y medio en montar en el autobús diciendo al conductor que iría a la parada mas cercana, no me gusta mentir, pero mentí. Y funcionó, intenté probar suerte y fui andando hasta el cajero mas cercano, intentaría sacar a crédito algo para bebérmelo, era el puto plan. Un vagabundo dormía en el cajero, tenía una manta y un carro y un cartón de buen vino barato, pasé, la tarjeta entró, apareció en la pantalla que soy un maldito moroso, el mensaje desapareció, y con él, mi tarjeta, bienvenido cliente, introduzca su tarjeta. Como en general soy idiota, recordé que tenía otra tarjeta del mismo banco, una de esas de "por si acaso". La metí, pantallazo, moroso, y la tarjeta desapareció. Tenia dos tarjetas menos y seguía siendo pobre. Y sobrio duele mas. Envidié al vagabundo, él tenía un cartón de vino, y yo lo puesto, unos pantalones viejos y una camiseta que a pesar de no ser mía me habia puesto dos días seguido, lamentable. Me esperaban al lado de una barra, pero no podía comprar nada allí, paré ante un kiosko, "tengo dos euros, ¿pueden ser al menos dos cervezas?" Lo fueron, cayeron, fui a la barra. Allí habia amigos de amigos, enemigos de amigos, y muchos desconocidos, el alcohol empezó a correr, y yo no podía pagarlo, pero para eso están los amigos, para darte veneno dulce, veneno con espuma, o veneno con hielo y en un vaso grande, por favor. Nadie se preocupaba de quien pagaba la ronda si el alma de la fiesta estaba allí, contando historias de un pasado ya deformado por los años, la fama, la gloria, y el cómo algo que no te hace sentir orgulloso, te hace sentir envidiado. Bebí, y fumé, y cerraron, y salimos. El mal camino es el mas sencillo de seguir zigzagueando entre las botellas vacías para encontrarlas llenas, y lo seguimos, recopilando recursos entre la hierba, empiezas buscando botellas cerradas, mas tarde, no importa que estén abiertas, mas tarde, no importa que sean vasos, mas tarde, no importa nada.

El sol quemaba mi cara y mi ropa estaba sucia, mi alma estaba sucia, corrí hacia el tren, me había bebido el dinero que me quedaba. Esperé, corrí, salté, corrí, subí, y partimos. Mis zapatos costaban menos que el billete, y estaban a punto de separarse de mis talones en cada paso, por suerte, el bajo del pantalón, pisado por mis suelas, los mantenía en mis pies. Pasos dignos, serios, leves, y cortos. Andaba lento viendo como el mundo arrancaba sin mí, y me gustó. Tenía las llaves de un piso en el bolsillo, acerté a abrir el portal, y acerté a abrir la casa, busque la cama, me tumbé, dejé caer los zapatos al suelo y encendí un cigarrillo liado con los restos de dos sobres de tabaco seco de hacía semanas, no tires nada, me dije, todo vale para algo si esperas lo suficiente... me dormí.

Me despertó una llamada, una risa, y una ilusión, que no tenía previstas estando aun el sol en el cielo. Viajé, te esperé, te encontré y miré tus ojitos cerrados... Yo no debía ver algo tan puro ese día, tan bello, tan emocionante... un ángel, uno que nunca me llamará Buho. Las lágrimas saltaron donde nadie pudo verlas, solo tu y yo, compartiremos y olvidaremos ese secreto con cariño. Miraste mis ojos y te miré y te ví y no lo entendías, y mejor que no entiendas nada ahora mi niña, por que no soy yo el que hablaba, ni seré el que escriba.

sábado, 20 de agosto de 2011

El viaje.

Con el sol bajo y en el crepúsculo me alejaré de mí; en un coche extraño que me lleve donde tenga que llegar. El equipaje será ligero y pesado, dejaré el lastre de los cumplidos y los aciertos, para no vivir con ellos, y llenaré la maleta de errores y de todas esas cosas que se supone que no sé, porque me callo. Habrá una carretera recta y larga con luces de neón a ambos lados, vendiendomelo todo y comprandome barato, cruces y luces de sombras a una luz cierta, y carretera recta. Recta y larga, interminable. Iré sólo pero no conduciré, solo hay un camino a la cuidad, y no es de doble sentido.
Alcanzaré tu realización fundiéndome en plástico allí, duro y brillante, fundido al fuego del calor de una cuidad de cera, de cristal y de plástico, y una cuidad de papel donde todos tienen el suyo. Un sitio que no te permite otra cosa que ser una zorra, o una máquina de consumo, un producto que mueve mas productos, y todo funciona, todo es perfecto. Me vestiré entonces con las mejore galas, y la mejor sonrisa, con las palabras encantadoras que siempre quisiste escuchar, de unos labios de plástico exactamente como los míos, y todo será perfecto, en la cuidad de papel. Disculparemos todo rezándole a un dios de madera, en la iglesia de madera, esperando nuestros ríos de leche y miel, y volveremos a la cuidad del pecado a olvidarnos de todo lo bueno y cambiarlo por todo lo que parece mejor. Y todo será perfecto. Y hablaré, hablaré horas y horas y horas de nada, sin nada que querer decir a una estatua de carne con hilos saliendo del cuerpo, y todo será como debe ser en la cuidad del papel. Y el deseo vendrá de la desidia, la pasión de la lógica y el amor no vendrá a vernos. Y estaremos perfectos, de punta en blanco, borrachos del licor negro de gasolina y humo, y todo será perfecto, sonreiremos, porque según parece, es lo que la cuidad de papel, espera de nosotros. Y no diré una palabra sincera, solo llevaré mi equipaje ligero y pesado, y volveré a donde vuelva, porque es, según parece, lo que se espera de mí.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Fundido al negro.

"El daño que nos persigue y duele, será siempre el que nosotros hagamos"


Bendiceme cuando pise cristales de vasos vacíos...
Cuando camine entre luces y sombras, demonios y vicio...
Cuando la sangre negra traiga la muerte a mi nido...
Cuando la lluvia borre los pasos de vuelta al camino...

Tu dame fuerzas madre... Para aguantar el viaje.
Tu dame fuerzas madre, para aguantar...

Apostaré el dinero que quede al caballo mas lento...
Reduciré a cenizas el rastro que deja el recuerdo...
Querré batir las alas tocando fondo en el suelo...
Y no saber de culpas, conciencias, el daño y el tiempo...

Pero.

Tu dame fuerzas madre, para aguantar el viaje....
Tu dame fuerzas madre, para aguantar el viaje....
Tu dame fuerzas madre...
para aguantar...

viernes, 22 de julio de 2011

La última cena.


Jack entró a casa despues de una larga noche de hospital. Llevaba una maleta rosa apagado, desgastada en las esquinas, no era su maleta. Subió las escaleras y llegó a aquel cuarto. Había papel pintado en las paredes y los muebles tenían el olor que siempre tuvieron. Jack había crecido con ese olor, era como el olor de las vitrinas del salón, donde guardaban la cristalería que nunca usaban, pero sin embargo cada tres o cuatros meses se limpiaba concienzudamente. Olía como el salón que nunca se abría, excepto para las visitas, todo olía a ella. Abrió cuidadosamente la maleta y comenzó a sacar su ropa, nunca le había parecido ropa bonita, ahora le parecía preciosa, todo olía a ella. Una casa enorme, donde generaciones habían jugado y crecido por sus enormes pasillos, los peldaños de las escaleras de madera vieja se habían llevado trocitos de las rodillas de los niños, tan bonitos recuerdos, recuerdos que ahora le atormentaban. Dobló la ropa en una esquina de la amplia cama, siempre perfectamente hecha, sin excepción, en esa casa siempre fue importante hacer bien la cama. Bajo la ropa en la maleta, descubrió unos paquetes de galletas saladas, los favoritos de ella, los había llevado para los ratos muertos cuando estuviese ingresada, todas estaban sin abrir. Sacó con los ojos encharcados los dulces y vió que debajo había un sobre, en el que ponía "Para Jack". Lo abrió, sacó un papel practicamente en blanco, solo había una frase escrita: "Sé un buen chico, te quiero". Jack rompió a llorar, por un querer que siempre estuvo allí, un amor incondicional y el mas puro que jamas pueda existir. Se lamentó por las veces que no fue ese buen chico, por los golpes que se buscó y las tiritas que ella siempre le puso, tiritas de todas las clases. Rezó. Él no creía, pero rezó, porque ella sí que rezaba. Dios, acógela y dale todo lo bueno que ella siempre quiso para mí. Jack cerró la maleta vacía y metió la ropa en el armario. Bajó a la cocina, preparar algo le distraería, pensó mientras abría la nevera. Y cómo no, ella lo había pensado ya todo. Tres minutos en el micro y tenía ante él una excelente cena, la última cena que se llevaría a la boca, hecha para él, igual que durante toda su vida, a su gusto, por su madre.

jueves, 9 de junio de 2011

Delaviuda, como el turrón.

El cigarro ahora duraba mas tiempo que antes. Llevaba unas semanas fumando tabaco de liar, sin probar el normal, reduciendo y reduciendo, menos gasto, mayor duración, menor placer, conciencia mas limpita, no falla. Todo lo que hacemos en general tiene mucho que ver con nuestra conciencia y nuestro orgullo, la conciencia te chilla una vez, la siguiente lo haces bien para que no chille de nuevo, al menos eso creo. El resfriado había pasado, pero la tos seguía conmigo, una tos que había pasado de molesta y seca a asfixiante y agobiante. Tosía con todo el cuerpo, tosía con el pecho, con los ojos, con la tripa, con las piernas, tosía con el corazón. Tosía con las tres muelas que aun me queda mas o menos sanas en la boca, tosía el alma llena de alquitrán y moco espeso, esputando males, el cuerpo es sabio.


De absoluto punto en poca, punta en blanco en la cocina,
con las manos en harina, se preparó el desayuno,
huevos fritos y patatas y caseras las tortitas,
sirope de chocolate y de postre el mejor puro,
salió tranquila a la calle, mirando el azul del cielo,
sus guantes de terciopelo hacían juego con el gorro,
entro despacio en el banco, tosió el olor del dinero,
sonrió mientras firmaba, sacó todos sus ahorros,
paseó viendo los corros de niños en el recreo,
a través del enrejado carcelario de colegios,
que necios, y que de precios, nada nunca vale tanto,
el canto de la sirena, metió en redil a los párbulos,
cruzó la calle prudente, entró a la peluquería,
las chicas se sonreían, se contaban el día a día,
se tiñó las pocas canas, se dió un pequeño masaje,
preparada en su viaje, cada vez tenía mas ganas,
y cruzó de vuelta a casa, dejó una buena propina,
siempre le gustó dejarla, pero a veces no podía,
y subió las escaleras con zapatos de tacón,
con la clase de una reina hasta el último escalón,
cerró la puerta con llave, no quiso ser molestada,
necesitaba su tiempo, hacer vida en su morada,
se retocó el maquillaje, uñas, ya no falta nada,
ilusionada y curiosa se dirigió a su terraza,
se quitó allí los zapatos, metió dentro su dinero,
se subió a la barandilla, y saltó desde un noveno.

Fin.

viernes, 15 de abril de 2011

Fábuhla

Aprendiendo a vivir solo en un mundo con tanta gente,
un niño a veces valiente, se encaminó a ningún sitio,
andaba por no pararse, a probar en cada ambiente,
sabiendo que aun rodeado, no lograba ver el sino,
pensando en que lo importante ya le importaba un comino,
lo vanal y vacuo siempre le pareció destructivo,
que bonitos tecnicismos para el débil de conciencia,
hacen la ley para ellos, y tendrán que arreglar cuentas,
pensó "camina o revienta", dale la vuelta y reinventa,
que gritos sonarán mudos, si dices palabras huecas,
cortaba las flores secas, para darles otra vida,
dependencia compasiva, pensaba con una mueca,
no le quedaban macetas, estaban llenas de flores,
de los mas bellos colores muertos y vivos que alegran,
para contarles las penas, tiritas a los dolores,
pensaba "no te demores", y sigue que todo llega,
y llegó la primavera, y con ella las orugas,
no eran nada las arrugas, medallas ante problemas,
ya vino la primavera, y se marcharon angustias,
las flores que estaban mustias, ahora brillan a decenas,
y el niño valiente a veces, descansaba sin quebrantos,
con otro punto de vista, las ve crecer desde abajo,
cuanto camino y trabajo, que prisas por hacer cosas,
los atajos solo quitan de andar de cerca de las rosas...

lunes, 11 de abril de 2011

Dadme una maldita tuba y seguro que le saco algo.


La sombra del ciprés era alargada,

La calada áspera y la boca amarga, una voz hablaba,

Y el olor a Verano se fue como una primavera en vano,

cien pájaros volando ya tuvieron mano,

y el sonido de unas teclas huecas era de piano,

el olor a mezcla de bautizo y funeral pagano,

desvanecíase meciendo un canto,

bailando con una oración casi canción al raso,

un saxofón en el ambiente sugerente bajo, y caja y al tajo,

y el don vólvió para quedarse sentado a su lado,

al menos durante un rato, mortales víveres, amparo,

de una noche de excesos, de procesos delicados,

haciendole el amor a un verso que se tersa al tacto,

las uñas en la espalda de una linea de arpa, e intacto,

ese diamante extravagante y vacuo,

bailaba por las manos tornándose refinado,

y unos labios, y un sueño profundo en el pecho,

hizo de aquel momento único, atemporal, mejor que el sexo...

martes, 22 de marzo de 2011

Hombre de arena.

Sabe Dios que no me faltan las mejillas,

sabe bien que doy la vuelta la cara y que no faltan las sonrisas,

sabe Dios que no me pongo de rodillas,

que la fe es lo que me queda cuando tengo pesadillas,

pero ataque tras ataque y ya me crujen las costillas,

que empezó siendo cosquillas, ¿y si faltan las mirillas?

invenciones nos valdrán de alternativas,

equivocaciones propias solo cargarán nuestra mochila,

si el error ajeno da permiso a errar, nos quita mierda como una lavativa,

como la sativa quita la responsabilidad de encima,

y los dolores de cabeza, y la cabeza de arena,

y se disuelve, en caldo para el corazón si llueve,

por que es fácil y difícil ver las cosas como son,

y mas cuando la cabeza grita para hacer callar al corazón con la razón.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Con tres dedos de ceniza...

Elixir de la verdad en flor de caña,
quitar las telarañas,
familia que emborracha y acompaña,
cristales empañados con la calma,
y una cama vacía fría y rígida te llama con su nana,
hermanos y hermanas, manás que manan esperanza,
aprendes del ayer, previenes sangre de un mañana,
si no te queda fuerza empieza a usar toda tu maña,
que bailes de tersícoles no cambien tus palabras,
que puertas cerradas que abras traigan solo paz,
quitarse un antifaz y desgarrarse en las miradas,
baladas y caladas que hablan de una enfermedad,
elixir de la verdad en flor de caña y agua negra,
gritar toda la mierda y a la mierda el pensar en quien te recuerda,
mirar con amor toda acción sincera,
porque en el diapasón del corazón se tallan tiempos en madera,
y déjempe escribir a mi manera,
y déjenme un espacio personal de ser persona y no quimera,
y dejen que equivoque mis problemas,
y suelten a los perros a la entrada de mi fuerte en sus caderas,
forrar de terciopelo unas cadenas,
llorar de enamorarse con pasión de las aceras,
acerca de llorar y de reír solo una cosa,
que risa tras el llanto te hace ver toda la vida mas hermosa,
PaZ

lunes, 14 de marzo de 2011

Lluvia.

En esa hora de la noche en que solo permanecen despiertos los que viven esperando, sonó. Era la lluvia en los cristales, gritos, agua y gritos y sirenas y el silencio. Para toda acción hay una reacción igual y opuesta, es inalienable. Imagino a la tierra como un armadillo lleno de insectos haciendo daño, y revolviéndose, como un baile cruel y perfecto de vida y muerte, reclamando su piel, pisando hormigas. Palabras al viento que el viento lleva a otros como cuchillas, y el mundo entero en cuclillas, hormigas, siempre hormigas. Siempre tan libres como grande sea la celda, siempre tan solos, cruel inteligencia contra el instinto de supervivencia. Templanza y saque contra palos y piedras, usamos las uñas de nuestra madre para coger su piel y hacer mierda.
Quiero que pese mas el lado de la balanza con cosas buenas. Apenas conscientes de nada y sin ninguna conciencia, arrogantes que no ven las consecuencias, y solamente dará la luz la esperanza y la paciencia. Doy gracias al cielo por una familia sana que se hace grande sin olvidar al pequeño, solo soy dueño los lamentos, y las sonrisas que me dan, las agradezco. Solo crezco como puedo, aun no sé si flor o no, pero juro que lo intento. Por todos nosotros, brindo, y que el tiempo, nos dé siempre un buen encuentro.

Buenas noches rose, Hombre de arena.

Fuiste fuerte una vez,
eras el niño piedra,
pero caricia a caricia,
el niño se hace hombre y la piedra se cuartea,
porque tormenta a tormenta,
el hombre se hace viejo y la piedra se hace arena,
y la arena vuela,
y si el viento para,
la arena libre,
es arena muerta,
Hombre de arena.

jueves, 10 de marzo de 2011

Nadie conoce a nadie

Cigarrilo en boca, aquel espalda curvada miraba con ojos pequeños al monitor iluminado. ¿Por qué escribir siempre acerca de uno mismo? Es sencillo, ¿a quién conoces? Nadie conoce a nadie, ni siquiera a uno mismo. Podemos arrascar un poco la superficie, intuír las reacciones, acortar el espectro de posibilidades, pero no; siempre habrá una cara oculta como en la puta luna, como en las monedas, como el lado feo de una nevera. Cómo nos miran es algo que no podemos evitar, una sonrisa, una pablabra, un instante, y entonces, tu nevera plateada tiene espalda, sabes que estaba ahi, pero pegada a la pared, y qué útiles son las paredes, ¿Verdad?

Es extraño si la paz impide toda rebelión,
Si la faz del enemigo te hace amigo del bufón,
Si el buzón de sugerencias ajeno es la vocación,
Yo me temo que metemos mano en todo es la cuestión,
Y el espalda curvada escuchando todo entre caladas,
Baladas de humo gris en las ventanas empañadas,
Bañadas las mañanas de alquitrán en las almohadas,
De una cama estrecha y hecha sin cuidado entre las sábanas,
Y vuela a ras de suelo un sueño gris y desconforme,
Con ser poco mas que un recuerdo escrito en un recorte,
El tiempo es aliado de los malos pensamientos,
Remedios temporales, parches para baches solo son remiendos,
Cagar comiendo, y salir corriendo,
Echar hielos a un vaso y disolver el desconcierto,
Echar al fuego el ego y el miedo y seguir el juego,
Dormir y despertar y ver que todo es soledad y un libro abierto.

viernes, 4 de febrero de 2011

,

No sabía bien cuando, pero sabía que había vacíado ya ese maldito cenicero, no sabía hacía cuanto... allí estaba yo en mitad de lo que debía ser mi refugio, ¿y dónde estaba mi maldito refugio ahora? ¿y mi paz? Mierda de voz en la cabeza que me turba y no me deja dormir, mierda de todo a veces, mierda de trabajo y mierda de tiempo libre, ¿qué hacer? Esperar o luchar, ¿escribir y gritarlo? Sabe Dios que escribo por no gritar, respiro hondo por no gritar, fumo por no gritar, y lo peor es que no grito porque no sabría que decir. Pero gritaría.

Cuando estás perdido en donde siempre pero nunca estuviste perdido,
solo queda mirar vacío, contar baldosas y esperar que no te llegue el frio,
y el precio del comercio con lo desagradecido, es grito,
dentro de la cabeza necia de este crío,
pero hoy no río, mañana dios dirá donde me llevará este lío,
si tiro del hilo y siempre hay bobina y me enredo entre ruido,
y desconfío, y quiero confíar pero me olvido,
que a veces hace falta una mano que coja tu cuello y te meta de nuevo al camino,
y haga que algo te importe un poco y te porte al sueño profundo de un loco,
y cómo no, hoy en la cama solo, y no sé que me pasa,
que cada vez me cuido mucho menos la carcasa,
y no sé donde está mi casa, y no sé donde nada,
y apenas sé cuando me pasa y como pasa nada,
y tocaré la almohada a ver si aclara,
y hasta mañana, o pasado o nunca, chorrada,
de lo que escriben a las mil de la mañana.

lunes, 17 de enero de 2011

Barfly.

Mi coca cola esta noche brillaba con ron y limón, apunté con un láser a la pared que tenía en frente y ví el hilo rojo, suficiente humo, había vuelto totalmente.
-¿Crees que aquí podrías escribir en paz?
-Nadie que escriba nada que merezca la pena lo escribe en paz.
Dí un sorbo mas. El vaso esta serigrafiado, y el negro de mi bebida ahora dejaba ver las letras, y juro que nunca me había percatado de lo que ponía: "¿Has dejado ya tu huella?" Si tienes que preguntartelo, date por bien jodido, yo sonreía a una pantalla vacía que iba llenandose de mí en letras. Tengo once días para acabar un relato y me queda algo de pasta y tabaco, y noches, y vasos, y te tengo a tí, yann.

Los dioses nos envidian y es por algo muy sencillo,
El tacto de la piel y el daño que hace un cigarrillo,
Es la espontáneidad, la levedad, libre albedrío,
Envidian lo importante en esta triste levedad, y que ahora escribo,
Nos envidian por mortales, por libres y por rivales,
Nos adoran por los éxtasis carnales,
Instintos animales,
Besos de disfraz en carnavales,
Ebrios pensadores del amor entre portales...

Vástagos vagos amagos de una estirpe noble,
Magos del papel a manos de sus sobrenombres,
Patios mojados con los patines oxidados de un pasado,
Propósitos perdidos y aparcados,
Yo nunca acabo lo que empiezo,
Y espero no acabarlo nunca o vaya desperdicio,
Solo vicio, de hacer de cada frase un artificio,
Poner las realidades en tela de jucio, y alguien dijo,
Que nadie escribe en calma, y es tan cierto,
Que en calma escribiré cuando se muera el sentimiento,
Que vida es un lamento y una risa y un aliento,
Y solo nos intriga lo que no reconocemos.

Habrá mas, pero no hoy. ;)

miércoles, 12 de enero de 2011

Veintitantos.

Encendí mi cigarro y dí un sorbo a mi taza de café llena de coca cola, el mundo es cada vez mas extraño, ¿verdad? Me la trae bien blanda si lo es. Una joven hora para un día Jueves 13 a estrenar. Un año mas a estrenar. Letras...

Un año mas viejo,
uno mas y mas complejo y con menos complejos,
y mas reflejos, uno mas, me quejo,
de que uno mas es uno menos, pero es uno nuevo,
un año mas cerca o mas lejos, una arruga mas de mi entrecejo,
que si nos mide lo que somos y no lo que hacemos,
mido lo que me mide el verso segun el baremo,
peso lo que me pesa el humo, me oxido como el zumo,
vinagre como el vino, ¿y el vino qué?, pues ponme uno.
que el tiempo pasa, y pesa y te besa y te pone la mesa,
y tu pones la cama, que el te la hará mañana, telarañas,
años en mañas, en experiencias y en migrañas,
en mil anecdotas que cuentas y que el tiempo empaña,
que en desengaños te regaña y te regala hazañas,
que muchos años vengan y que venga lo que traigan,
que no faltes velas, que no me falten tartas,
que haya salud y saludos pa mis hermanas,
y mis hermanos y familia solo gloria,
y un apellido marque ya una trayectoria,
y un placer es el mecer mi humo de unos venititrés,
en las lineas inmortales de un trece de estremecer,
y a mi parecer, parece que se me ha acabado,
el cigarro con el que empecé a escribir como un dictado,
y este es mi legado, tú, no lo vuelvas a leer,
que el encanto del momento no puede retroceder.

Mucha paz.