A punto de acabar, plegado en la cama , de un día que siempre debió ser bueno, me encendí un cigarro y latía mi mano pidiendo letras... Así lo hice, bebiendome un batido de chocolate, y con 4 paquetes de tabaco sobre la mesa.
"Las tripas se pudrían aun dentro de un cuerpo vivo, ya formaba parte de la cama, la sabanas como el papel unido a un caramelo en verano, botellas, colillas, manchas, quemaduras y arañazos. Ropa revuelta en el armario abierto, solo una lámpara iluminaba la habitación, la mas pequeña, sobre la otra cama. Dormía. O soñaba que dormía. O soñaba y despertó. Y miró a su alrededor y encendió un cigarrillo, y echo un trago y no se sintió mejor. Había dado vueltas por la cuidad solitario, había conocido personas interesantes con las que compartir buenas charlas, había esquivado la cama hasta el último momento, pero las sábanas blancas y las luces de las farolas le delataban. Era duro estar lejos del hogar, escuchar como personas extrañas se llaman por sus nombres y no conocer a ninguno de ellos, comida para uno, cena para uno, cama para cuatro, y en medio estaba él. Se levantó de la cama sudada y crujió como velcro pegado a su espalda y se hizo la pregunta que le haría alguien que cuidase de él. Y la respondió en voz alta, y dijo:
Lo hago, porque me siento tan solo a veces..."
"A veces, el peor estado para vivir, es el mejor para escribir."
Y apagó las luces, y se fue a la cama.
martes, 27 de julio de 2010
lunes, 26 de julio de 2010
Vida.
Desperté en la cama, había dormiro un par de horas de alguna manera incómoda y busqué en el colchón, pero no encontré nada. Abrí una coca cola y comí algo, y desperté un poco mas. Nunca me ha gustado echarme la siesta, me levanto desorientado y cabreado, por algún motivo. No es reconfortante ni reparador, sólo destructivo y apelmazante. La ducha de mi nueva habitación regaba de agua todo por las fugas del tubo, quizá por eso la luz del baño parpadeaba y el interrptor sonaba como si fuera un detonador a punto, no me disgustaba. La cama chirriaba un poco, por suerte mi habitación tenía dos, signo evidente de que este hotel 4 estrellas venido a menos ha visto acción sobre la moqueta estampada, yuhu. encendí un cigarro y escribí algo que tenía dentro, de alguna manera, desde siempre, y ver el encanto de una habitación hecha añicos, me hizo reafirmar mis prioridades.
"Miró el anciano la casa, de abajo a arriba y de arriba a abajo, y sonrió. Las arrugadas mejillas en torno a las comisuras de unos labios cortados, dejaban ver unos ojos cansados, muy vivos, realización. Se mojó las manos con un paño húmedo, miró sus palmas y volvió a sonreir. Ampollas y callos en sus dedos, y vió la beta de la madera en sus yemas, los padrastros y las manchas de pintura, y era feliz. Feliz porque habían pasado años, décadas, siglos para él, desde que dibujó una casa, en una servilleta tomando café, y la vió. No la imaginó, no la soñó ni la deseó, la miró en su cabeza como un recuerdo del futuro, ya había pasado, simplemente no era el momento. Buscó en su chaleco de lana las gafas, un la servilleta, miró la casa, miro sus gafas, miró el papel, y lo rompió, y el viento se lo llevó, ahora el pasado era parte del viento, y la casa una realidad. Construyó el tejado, luego lo adornó, mas tarde, clavó los cimientos. En sus ojos achinados, rebosantes de sabiduría, tenía claro por dónde empezar. Siempre quiso construír una casa, y empezar por el tejado, ahora sabía que así había que hacerlo, porque clavó los cimientos, y el peso de ese bonito tejado los mantuvo en su sitio y de ahi las paredes, y de ahí colgaban los cuadros.
Y miró y sonrió, porque entendió la gran verdad sobre todas las cosas. Y era feliz, porque la vida, sus manos, sus ojos y una meta, habían hecho del camino mismo la recompensa."
"Dejaré siempre que la vida me sorprenda."
"Miró el anciano la casa, de abajo a arriba y de arriba a abajo, y sonrió. Las arrugadas mejillas en torno a las comisuras de unos labios cortados, dejaban ver unos ojos cansados, muy vivos, realización. Se mojó las manos con un paño húmedo, miró sus palmas y volvió a sonreir. Ampollas y callos en sus dedos, y vió la beta de la madera en sus yemas, los padrastros y las manchas de pintura, y era feliz. Feliz porque habían pasado años, décadas, siglos para él, desde que dibujó una casa, en una servilleta tomando café, y la vió. No la imaginó, no la soñó ni la deseó, la miró en su cabeza como un recuerdo del futuro, ya había pasado, simplemente no era el momento. Buscó en su chaleco de lana las gafas, un la servilleta, miró la casa, miro sus gafas, miró el papel, y lo rompió, y el viento se lo llevó, ahora el pasado era parte del viento, y la casa una realidad. Construyó el tejado, luego lo adornó, mas tarde, clavó los cimientos. En sus ojos achinados, rebosantes de sabiduría, tenía claro por dónde empezar. Siempre quiso construír una casa, y empezar por el tejado, ahora sabía que así había que hacerlo, porque clavó los cimientos, y el peso de ese bonito tejado los mantuvo en su sitio y de ahi las paredes, y de ahí colgaban los cuadros.
Y miró y sonrió, porque entendió la gran verdad sobre todas las cosas. Y era feliz, porque la vida, sus manos, sus ojos y una meta, habían hecho del camino mismo la recompensa."
"Dejaré siempre que la vida me sorprenda."
jueves, 22 de julio de 2010
En tierra hostil.
Me senté en la silla y abrí una coca cola. El Lunes había hecho bien la compra, 8 coca colas, algunos zumos, algo de comer.... aquel día me quedaba la última coca cola y mas de la mitad de la comida, y cuando la saqué de la nevera miré la ridícula botella de chivas regal, y me dije, "maldita sea, es Jueves!" Por supuesto en la nevera había un par de vasos anchos de culo grueso, y una hielera. Lo tenía casi todo... busqué el tabaco y dí unos toques en el escritorio con el flitro de uno de esos pequeños cabrones asesinos, noche, ya eres mía...
" Estaba desnudo en mi habitación, mirando la maleta, bebiendo como un cosaco y fumando como un carretero, tosiendo como un perro y con la clase de un nuevo rico. Mirando mi maleta, mi vida de Lunes a Viernes, una zorrita del sistema, a quien no le gusta pasear por el aeropuerto con un maletín ojeando tiendas de dutty free... mirando aquella maleta recordé algunos rincones de mi vida, como había cambiado el destino una y otra vez desde siempre, y las vueltas que me esperaban aún... y pensé en las balizas, en las boyas, en las antorchas en la playa y los faros... Volver a casa. Volver con mi amado Madrid y que me acoja con su frío amor tenue de cielo gris y calles anchas saludando a callejones, a gritos y coches, a humo, a ella, a mí.... volver a mí. Llevaba un regalo en la maleta. No soy un tipo que regale souvenirs, nunca lo hice, pero traía un regalo muy especial, para ponelo en mi casa y ver el faro de Vigo, las calles de Ourense, y mirarlas desde mi cama; mi cama cálida y caliente y volver a ella, a abrazos que dan vida como el lado frío de la almohada en noche de verano... y sentarme a fumarme un cigarro en mi ventana... y a pensar en futuro escribiendo el presente en pasado..."
"Y perseguir el pasado, es correr tras el viento"
Joder.
" Estaba desnudo en mi habitación, mirando la maleta, bebiendo como un cosaco y fumando como un carretero, tosiendo como un perro y con la clase de un nuevo rico. Mirando mi maleta, mi vida de Lunes a Viernes, una zorrita del sistema, a quien no le gusta pasear por el aeropuerto con un maletín ojeando tiendas de dutty free... mirando aquella maleta recordé algunos rincones de mi vida, como había cambiado el destino una y otra vez desde siempre, y las vueltas que me esperaban aún... y pensé en las balizas, en las boyas, en las antorchas en la playa y los faros... Volver a casa. Volver con mi amado Madrid y que me acoja con su frío amor tenue de cielo gris y calles anchas saludando a callejones, a gritos y coches, a humo, a ella, a mí.... volver a mí. Llevaba un regalo en la maleta. No soy un tipo que regale souvenirs, nunca lo hice, pero traía un regalo muy especial, para ponelo en mi casa y ver el faro de Vigo, las calles de Ourense, y mirarlas desde mi cama; mi cama cálida y caliente y volver a ella, a abrazos que dan vida como el lado frío de la almohada en noche de verano... y sentarme a fumarme un cigarro en mi ventana... y a pensar en futuro escribiendo el presente en pasado..."
"Y perseguir el pasado, es correr tras el viento"
Joder.
lunes, 19 de julio de 2010
Diario de hotel. (II)
Me senté en el escritorio y me encendí un cigarro, el calor era un poco asfixiante, pero ya me había duchado una vez; ¿Qué mas quieres, mundo? Las coca colas se estaban enfriando en el mini bar, aun no estaban frías, pero yo sí que estaba impaciente. Abrí una y pensé en mi día...
"Miré con cara de ganas de matar a aquella mujer. Ambos estábamos recién levantados, pero ella tenía peor despertar, seguro. Iba de azul con un ridículo pañuelo y una sonrisa condescendiente muy ensayada y muy poco creíble. La odié un poquito; pero supongo que cuando pasas 8 horas dando los buenos días a la gente, a veces dejan de ser buenos. Despues de carreras hacia todas partes para llegar tarde a todos sitios, me dormí y aparecí en Vigo. Asientos en posición vertical,no se desabrochen el cinturón, la temperatura es de dieciséis grados, bla...bla...bla...
A los pocos minutos, descubrí junto a un amable empleado de la compañía, que por paradójico que pareciese, mi maleta se había ido conmigo a Vigo, pero yo estaba en Vigo, y mi maleta no. Firmé con una sonrisa lo que algunos hacen con gritos, y me fuí a esperar un autobús que me llevase.
Tenía una bolsa de patatas fritas, un sol de justicia, aire libre, un portátil y un paquete de tabaco.
Me tumbé en el suelo y esperando a un autobús que no llegaba lo ví claro, como si hubiese estado ahí el secreto y yo no hubiera sabido simplificarlo nunca. Tenía los secretos de mi felicidad en una mochila, con todo menos a tí, que te llevaba en foto, y pensé que esa maleta se quedó en madrid, para que perdiese un tren, para que acabase en Vigo, y para que pudiera echarte de menos, dejándo caer una lágrima en el rompeolas del faro rojo. Y todo pasa por alguna razón, y yo existo para escribir, existo para morir, existo para transmitir, existo para comunicar, y existo para amarte sin reservas."
"Quien teme el sufrir ya sufre el temor"
"Miré con cara de ganas de matar a aquella mujer. Ambos estábamos recién levantados, pero ella tenía peor despertar, seguro. Iba de azul con un ridículo pañuelo y una sonrisa condescendiente muy ensayada y muy poco creíble. La odié un poquito; pero supongo que cuando pasas 8 horas dando los buenos días a la gente, a veces dejan de ser buenos. Despues de carreras hacia todas partes para llegar tarde a todos sitios, me dormí y aparecí en Vigo. Asientos en posición vertical,no se desabrochen el cinturón, la temperatura es de dieciséis grados, bla...bla...bla...
A los pocos minutos, descubrí junto a un amable empleado de la compañía, que por paradójico que pareciese, mi maleta se había ido conmigo a Vigo, pero yo estaba en Vigo, y mi maleta no. Firmé con una sonrisa lo que algunos hacen con gritos, y me fuí a esperar un autobús que me llevase.
Tenía una bolsa de patatas fritas, un sol de justicia, aire libre, un portátil y un paquete de tabaco.
Me tumbé en el suelo y esperando a un autobús que no llegaba lo ví claro, como si hubiese estado ahí el secreto y yo no hubiera sabido simplificarlo nunca. Tenía los secretos de mi felicidad en una mochila, con todo menos a tí, que te llevaba en foto, y pensé que esa maleta se quedó en madrid, para que perdiese un tren, para que acabase en Vigo, y para que pudiera echarte de menos, dejándo caer una lágrima en el rompeolas del faro rojo. Y todo pasa por alguna razón, y yo existo para escribir, existo para morir, existo para transmitir, existo para comunicar, y existo para amarte sin reservas."
"Quien teme el sufrir ya sufre el temor"
miércoles, 14 de julio de 2010
...
La habitación daba a una calle muy transitada, y a pesar de estar en un quinto piso, escuchaba los coches perfectamente, como si estuviese sentado en la acera, quizá incluso mas. Me desnudé y me tumbé en la cama, me sentía solo, pero no podía hacer nada al respecto y me puse a escribir. Aquel día había paseado por esa nueva cuidad y estaba empezando a disfrutarla, muchas vidas juntas en poco espacio, pero todo fluye, como siempre lo hará.
"Caminaba entre la gente con sus enormes auriculares negros a todo volumen, con semblante trankilo y mirando en cada cruce de calles para ver por dónde podría perderse esta vez. Le gustaba perderse, era como un niño cuando llama explorar a colarse en una fábrica abandonada y tirar unas piedras, subir hasta el tejado... y aquel chico y sus cascos paseaban entre la gente, y no ocultaba que no tenía dónde ir. Pasó a unas galerías llenas de tiendas y pensaba en ella, lo hacía a menudo, pero cada día la echaba de menos mucho más. Se descubrió a sí mismo comiendose un cono de helado del sabor favorito de ella, y le supo bien, y le supo a poco. Y paseó. El secreto de la vida, era no buscar el secreto, los filósofos antiguos o contemporáneos no eran mas que una panda de sufridores amargados que no supieron relajarse, pensaba él. Había visto a ese chico antes, ese mismo día, le ví en un banco en el parque, escribiendo en una libreta, y despues en otro banco, en un mirador, leyendo, un tipo raro pensé, se sentirá solo, o aburrido, querrá llamar la atención. Pero por algún motivo no dejé de mirarle, y el no me miró, y yo me marché, y el me esperará en el parque, siempre.
"Caminaba entre la gente con sus enormes auriculares negros a todo volumen, con semblante trankilo y mirando en cada cruce de calles para ver por dónde podría perderse esta vez. Le gustaba perderse, era como un niño cuando llama explorar a colarse en una fábrica abandonada y tirar unas piedras, subir hasta el tejado... y aquel chico y sus cascos paseaban entre la gente, y no ocultaba que no tenía dónde ir. Pasó a unas galerías llenas de tiendas y pensaba en ella, lo hacía a menudo, pero cada día la echaba de menos mucho más. Se descubrió a sí mismo comiendose un cono de helado del sabor favorito de ella, y le supo bien, y le supo a poco. Y paseó. El secreto de la vida, era no buscar el secreto, los filósofos antiguos o contemporáneos no eran mas que una panda de sufridores amargados que no supieron relajarse, pensaba él. Había visto a ese chico antes, ese mismo día, le ví en un banco en el parque, escribiendo en una libreta, y despues en otro banco, en un mirador, leyendo, un tipo raro pensé, se sentirá solo, o aburrido, querrá llamar la atención. Pero por algún motivo no dejé de mirarle, y el no me miró, y yo me marché, y el me esperará en el parque, siempre.
martes, 13 de julio de 2010
Diario de hotel.
Poco a poco el escritorio de mi habitación se iba pareciendo mas al de mi humilde morada. Ya había apagado un par de cigarros en la moqueta y había salpicado con la ducha por todo el baño. Lo malo es que lo limpiaban cada día, y había que esforzarse a fondo por ensuciar, un duro trabajo de constancia, pensé que al día debería dejar el cartel de "no molestar" colgado de la puerta, así nadie limpiaría. Reconfortante.
Solitario también, y algo insomne. Algo desganado a veces. Volveré Vigo, volveré Barna, moriré contigo, Madrid... pero no será hoy.
Cogí otro cigarro y lo encendí con cerilla, había cerillas nuevas cada día. Sonaba system of a down, roulette, y me sentí en casa, y es curioso cómo la distancia te hace darte cuenta de lo que echas en falta, y te sorprende de lo que no.
"Sus cabellos ondulados y teñidos de rubio dejaban ver largas raíces castañas que mostraban lo que era dejando ir lo que quería ser... las uñas pintadas de rojo no habían sido retocadas en semanas, apenas quedaban restos de laca en los lados de las uñas, y esos dedos amarillentos del tabaco...
tenía la mirada de quien no espera nada, y parecía sentir un desagradable placer con la mala vida, la mala auténtica vida, derrochaba erotismo visceral. La ví por primera vez, paseando por la calle, y supe al instante que había evolucionado, porque siempre que caminamos por la calle lo hacemos como si supiesemos dónde vamos, y no comemos solos en los restaurantes, y no nos sentamos en un parque sencillamente a mirar a la gente. Y ella, era libre, con un vestido de gasa y unos tacones bajos, unas gafas de sol y una maleta de piel y correas, arrastrada torpemente por la acera, era libre. Libre de juicios, libre de horarios, libre de la toma de decisiones vanales, y la envidié. Y ella no existe, pero siento que está ahi fuera, y que tú también la has visto, paseando por la calle, desapercibida, casi intangible... libre"
Leí una frase que deseo compartir con vosotros:
" Si todo el mundo practicase la amistad, nadie practicaría la justicia"
Solitario también, y algo insomne. Algo desganado a veces. Volveré Vigo, volveré Barna, moriré contigo, Madrid... pero no será hoy.
Cogí otro cigarro y lo encendí con cerilla, había cerillas nuevas cada día. Sonaba system of a down, roulette, y me sentí en casa, y es curioso cómo la distancia te hace darte cuenta de lo que echas en falta, y te sorprende de lo que no.
"Sus cabellos ondulados y teñidos de rubio dejaban ver largas raíces castañas que mostraban lo que era dejando ir lo que quería ser... las uñas pintadas de rojo no habían sido retocadas en semanas, apenas quedaban restos de laca en los lados de las uñas, y esos dedos amarillentos del tabaco...
tenía la mirada de quien no espera nada, y parecía sentir un desagradable placer con la mala vida, la mala auténtica vida, derrochaba erotismo visceral. La ví por primera vez, paseando por la calle, y supe al instante que había evolucionado, porque siempre que caminamos por la calle lo hacemos como si supiesemos dónde vamos, y no comemos solos en los restaurantes, y no nos sentamos en un parque sencillamente a mirar a la gente. Y ella, era libre, con un vestido de gasa y unos tacones bajos, unas gafas de sol y una maleta de piel y correas, arrastrada torpemente por la acera, era libre. Libre de juicios, libre de horarios, libre de la toma de decisiones vanales, y la envidié. Y ella no existe, pero siento que está ahi fuera, y que tú también la has visto, paseando por la calle, desapercibida, casi intangible... libre"
Leí una frase que deseo compartir con vosotros:
" Si todo el mundo practicase la amistad, nadie practicaría la justicia"
lunes, 12 de julio de 2010
Guía sensorial de Vigo.
Me acababa de fundir una caja de coca colas de botella de cristal y saqué un cigarro. Hotel de cinco estrellas, con esas moquetas con coronas bordadas en oro. Parecía un hotel importante venido a menos, pero conservaba los lujos, y las caras de los recepcionistas cuando tenían que llamar de usted a un vagabundo sin afeitar como yo, me la ponían como una piedra. Un cretino que pone la música alta, entra y sale todo el rato, te vacía el mueble bar, y fríe el teléfono del servicio de habitaciones. Amaba todo menos echar en falta algunas soluciones versatiles a la soledad en Madrid.
"En el puerto de Vigo, en la zona deportiva, donde amarran todos esos pequeños yates y veleros pijos, hay un faro. Se extiende un largo dedo de cemento hasta él, por donde pasear por la noche. No parece un sitio donde vaya mucha gente, y eso es de lo mejor. Hay un pequeño muro bajo y ancho en torno a un lado de ese dedo, y sentado allí, mirando la masa negra de agua de puerto nocturna, te encuentras. Vigo ordena tus prioridades, y tiene la capacidad de simplificarte la vida. Si hay alguien especial en tu vida, llevale al faro del puerto sientate con él o ella en el basto muro y mantente en silencio, las luces rielan en el agua y solo habrá una certeza. Ve allí. Sólo cuando estés perdido o perdida. Id a sentir."
"Y en ese instante con la arena entre los dedos, se buscaron y se encontraron, mirada de sueño, ojos de niños, y sólo costaba trabajo separarse."
"En el puerto de Vigo, en la zona deportiva, donde amarran todos esos pequeños yates y veleros pijos, hay un faro. Se extiende un largo dedo de cemento hasta él, por donde pasear por la noche. No parece un sitio donde vaya mucha gente, y eso es de lo mejor. Hay un pequeño muro bajo y ancho en torno a un lado de ese dedo, y sentado allí, mirando la masa negra de agua de puerto nocturna, te encuentras. Vigo ordena tus prioridades, y tiene la capacidad de simplificarte la vida. Si hay alguien especial en tu vida, llevale al faro del puerto sientate con él o ella en el basto muro y mantente en silencio, las luces rielan en el agua y solo habrá una certeza. Ve allí. Sólo cuando estés perdido o perdida. Id a sentir."
"Y en ese instante con la arena entre los dedos, se buscaron y se encontraron, mirada de sueño, ojos de niños, y sólo costaba trabajo separarse."
jueves, 1 de julio de 2010
Cuando hay verso, sé lo que hay...
Abrí la puerta y me tambaleé hasta la habitación, "Hola, familia" y cerré la puerta, abrí la ventana y apagué las luces de todo excepto del ordenador. Puse música, hasta eso me molestaba, pero durante esos días estaba pasando por momentos de estrés de todo tipo, un exceso de sensibilidad a cualquier estímulo externo, supongo. Me senté y no pasaron ni cinco minutos hasta que abrí la pestaña de "nueva entrada" saqué el cigarro pero no lo encendí, botando el filtro contra el escritorio, miré mi habitación y no había un solo objeto que sintiera mío. Un hotel habitual donde había pasado mas de una veintena de años, y nunca fue mío. Nada era mío. Era extraño. No quería querer hacerlo, pero quería no pararlo... Versos, en lo que dura un cigarro:
Realidades aplicadas a un concepto disperso,
con palabras prestadas y predicando a conversos,
¿y qué es eso que sentiste al decirte "pues eso"?
yo lo sé tu lo sabes, pero nadie dice nada al respecto,
muñeco, papel maché pintado y decorado,
que se moja con el sol y que se mete en los charcos,
aparco, y pienso en quien se mece en fiascos,
con la mirada de reo y con el credo de un puto borracho,
lo tacho, de títere inerte si no hay artífice,
ni cómplice ni vértice que lo solidifique, y finge,
secretos escondidos en la piel quemada de la esfinge,
permanece fiel con tez impasble,
mentón poblado, y pensamiento huracanado,
urracas vieron lo que brilla y no lo dorado,
y el cigarro, al cenicero y para ya que el hocico,
se te dispara buho... sin pedir permiso.
Y no tengo nada mas que decir al respecto.
Realidades aplicadas a un concepto disperso,
con palabras prestadas y predicando a conversos,
¿y qué es eso que sentiste al decirte "pues eso"?
yo lo sé tu lo sabes, pero nadie dice nada al respecto,
muñeco, papel maché pintado y decorado,
que se moja con el sol y que se mete en los charcos,
aparco, y pienso en quien se mece en fiascos,
con la mirada de reo y con el credo de un puto borracho,
lo tacho, de títere inerte si no hay artífice,
ni cómplice ni vértice que lo solidifique, y finge,
secretos escondidos en la piel quemada de la esfinge,
permanece fiel con tez impasble,
mentón poblado, y pensamiento huracanado,
urracas vieron lo que brilla y no lo dorado,
y el cigarro, al cenicero y para ya que el hocico,
se te dispara buho... sin pedir permiso.
Y no tengo nada mas que decir al respecto.
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