miércoles, 24 de abril de 2013

Sístole.


Era un rumor en las aceras,
como un eco en el hueco de la escalera.
un perro que ladra a una puerta, y sólamente espera,
una mosca que se siente grande en un grano de arena,
o un gigante que se enfada al no tocar la luna llena.

Sístole y diástole en la caja de madera,
costillas de alambrada y grasa negra en las arterias,
que en la casa del reloj de la cabeza hay tuberías,
que atoradas con ponzoña escupen lineas corrosivas.

Pedacitos de papilas gustativas que se van con la saliva,
y ahora nada sabe a nada pero sangran las encías,
y se quiebra cada diente que rechina,
si relincha el potro negro del alivio que no alivia.

Y en las cuencas de los ojos las esferas lubricadas,
goteando rojo intenso, que después serán palabras,
sin parada en este tren de la distancia que es mas larga,
y hace surco en las mejillas castigadas.

Y unas garras desuñadas, de muñecas desnutridas,
aferrándose a la silla tras crujir de las rodillas,
pesadillas que en definitiva sólo son vividas,
hasta que un par de caricias traiga el mar de calma sorda a nuestra orilla.

sábado, 20 de abril de 2013

Pues eso.


la procesión del corazón es en silencio,
oliendo a depresión, a ron moreno y un lamento,
temiendo no sentir, y un sin vivir del porvenir que nunca encuentro,
y un intento y una bala y un momento.
divagando entre la líneas de un compás siempre a destiempo,
enredando nuestros hilos, maldiciendo y escribiendo,
escupidera, de emociones, que tritura los recuerdos,
de un querer y un no poder y una mirada al firmamento.
y te crees que es sencillo, ¿solo porque lo escribo?
ponte en mi pellejo, intenta no pegarte un tiro,
ponte mis zapatos rotos di lo que yo digo,
piensa lo que pienso, este es mi infierno, bienvenido.

jueves, 18 de abril de 2013

O no diciendo una mierda.

Con luces y con sombras y un cigarro entre los dedos,
penumbra en la memoria y humo negro,
pensar en no pensar, y volver hablar del tiempo,
el estómago revuelto,  y la boca en carne viva.
la maleta y la partida, 
y que la paz vuelva a jugar en esta liga,
de partidos que no acaban, y de mierda que no seca y nada alivia,
y la boca en carne viva, de los dientes y los labios,
del tridente y el establo, de un secreto de sumario,
y las manos cuarteadas, del contacto con la realidad de canto,
la espera, y la ira, no son buenas consejeras,
madrigueras de conejos para reventar con piedras,
y la boca en sangre seca, y una mueca,
y el silencio huele blanco, y magenta en las arterias,
fotos sepia en un diario, caminar por carreteras,
divagar por unas líneas discontinuas que navegan,
entre muros y mareas, y que mueren en la arena,
del castillo de mi nube, donde rugen las almenas,
y un temblor bajo las piernas, que te rompe las rodillas,
por caminar de puntillas, para no gastar las suelas,
ahora cuento mis costillas, buscando de noche a Eva,
diciendo sin decir nada, o no diciendo una mierda.

Entre tus ojos.

Alma de blues.
Cuerpo de tango.
Armas de mujer y yo sin proteger los flancos.
Hada de purpúrea aura, sílabas de encanto,
que sacan del letargo del sufrir por ver un porvenir sin llantos.

Y que el cambio está a la vuelta de la esquina, y ya huelo,
un cartel con purpurina y unas alas para no tocar el suelo,
y que me llevarán volando hasta pelo,
un bebé,
borracho de tu aroma, esclavo de tu aliento.

Desnudar, mi alma, y mirar tu ropa tirada en mi suelo,
sentir el tacto de tus dedos en mis terciopelos,
y sentirme dentro de algo tan hermoso,
que la piel se nos confunda entre las palmas de las manos en mis hombros.

Abre los ojos y búscame, 
cógeme la mano y mira el miedo, se diluye en una taza de café,
y una causa un por qué,
y un cigarro y un te quiero y un nos vemos al siguiente atardecer,
un destino que nos quiere conocer,
y el regalo está al final de este camino, si no perdemos la fe.

domingo, 14 de abril de 2013

Basura.

al límite de todo, y tu bailando sobre minas,
yo como una granada sin anilla,
metralla y purpurina,
y deja de jugar a las mentiras,
y si juegas jugarás sin compañía.

y se ha perdido la sonrisa, se ha perdido hasta la sangre,
ya no queda nada bueno, ni bonito, ni agradable,
solo queda ser sincero, para luego perdonarte,
y es el último consejo que doy antes de callarme.

en mi casa nunca huele a primavera,
un fantasma en el pasillo hasta la cama, y a dormir con sudadera,
nada importa en realidad, cuando no estás a mi vera,
perdido entre amistad y una sinceridad a medias,

me retiro, aquí no me interesa nada más,
ya lo he visto todo fuera, y he tenido que escapar,
la presión, el aguante, el sentimiento de hermandad,
aún me quedan cosas buenas pero están guardadas para un despertar.

sábado, 13 de abril de 2013

El hogar.

Noté la barandilla fría del balcón. Era metálica, de herrería, con formas como de hojas en las juntas de los barrotes. Todo estaba muy cuidado allí. La barandilla estaba fría pero fuera hacía calor de noche de verano y se veían las luces de Moulin Rouge brillando a un puñado de metros de nuestra habitación.
La luna brillaba grande y tenue y nos miraba con cariño, con un cariño de hermana mayor, que admira cómo crecemos. De repente todo tenía sentido, toda la sensualidad, las sábanas de satén doradas en la inmensa cama, los suelos de madera brillante, el hielo en la cubitera y el moët y el pequeño rosal en el patio. Quise parar el tiempo allí, que nadie me echara de menos, no tener un sitio donde regresar, quise criar a mis hijos allí, quise ser abuelo y morir allí, todo junto y que no acabara nunca. Una copa medio llena y burbujeaba al pasar por mi tripa, sostenía por unos dedos finos y largos con una manicura impecable. Yo nunca cuidaba de mis uñas, no era por hombría ni detestaba los cuidados personales, era mi absoluta pereza. Cogí la copa y me giré para admirarla de cerca.

  - Maldita seas, maldito sea yo, porque tienes que ser un pecado.
  - Malditos seamos juntos, pues. -Replicó

Mirarla era morir en sus ojos. Tenía esa capacidad de deshacerme, de hacer que sintiera que no valdría para hacer nada sin estar a su lado, y alejarse de ella era alejarse de la vida, del aire, del oxígeno y de la sangre. Amarla me daba vida. Nunca moriría en realidad mientras siguiésemos juntos.
Aparté un poco el pelo de su cara, aunque nunca se lo dejaba detrás de las orejas, me gustaba como le caía enmarcando el corte de su mandíbula. Levanté mi copa hasta la altura de mi nariz, ella hizo lo mismo. Brindamos suavemente. "Por nosotros", dijo. "Por nosotros", dije. Bebimos un trago, la besé, sontenía su nuca en mi mano y la apreté contra mí. Me besó. Nos abrazamos.

  - Sabes, aquí me siento en paz, en mi hogar. - Dije.
  - ¿Y en nuestra casa no?
  - También.
  - ¿Y en la buardilla?
  - Por supuesto.
  - ¿Y en la calle?- Aguantaba una media sonrisa que crecía con cada pregunta.
  - Claro. Tú eres mi hogar, somos lo mismo. Vivo en ti como tú en mí.
  - Me gusta dónde vives.
  - Sabes, esa sensación que tienes, cuando piensas en tu "yo" interior, en lo que eres realmente y te localizas en tu cabeza? como justo detrás de tu frente, lo que realmente existe de ti, ¿La conoces?
  - Sí.
  - Pues yo vivo detrás de tu frente, sobre tus cejas, entre tu pelo.
  - ¿Y yo dónde existo?
  - En todas partes.

Hicimos el amor, luego se durmió sobre mi pecho. Por la mañana desayunamos tostadas con mantequilla y café y zumo de naranja. Habíamos tenido suerte, nos habíamos encontrado.

jueves, 11 de abril de 2013

Tuviste que nacer francesa (parte III)

Tuviste que nacer francesa, y quizá yo tuve que nacer ave de presa,
con un quehacer y una palabra en la cabeza,
con una cerveza, con una mujer, con una estrella,
y con todo aquello que llevo y no ocupa, no suena, no pesa,
tuviste que nacer de noche y selenita,
que a ponerse el sol te brilla un resplandor en las pupilas,
como una luna en tus retinas,
y lágrimas de purpurina, que me enredan con colores a la vida.
yo tuve que nacer contigo,
separarnos al crecer para después volver, contarnos lo vivido,
con una botella de vino, y un cigarro,
un sofá, cuatro paredes, un destino, y nos fundamos como el barro.
confundirnos en la noche como extraños,
conocernos en la puerta de algún bar, sin recordar estar casados,
porque si hiciera un borrón y una cuenta nueva, 
sólo quiero la misma mujer, y ver amanecer siempre a su vera.

sábado, 6 de abril de 2013

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El mundo se va a la mierda si falta tu fe. T.C.F.






LETRA SOU EDIPO – ARMONÍA


Agarrado a tu mano he sentido el último segundo
como una avalancha de patadas en este, mi reventado cuerpo.
Decidme que es sólo un sueño, que esta flor no es de ceniza.
Gritad que es mentira, gritad que es mentira.
Y la busco, me pierdo escuchando su voz.
Esa dulce armonía en mi cabeza, ya sin sombra,
Que me arropa mas que nada, que me arropa más que nada
Esa dulce armonía en mi cabeza, que tortura
mis recuerdos tan presentes que no se irán.
Mis rodillas se han doblado, esto no está sucediendo
y la injusticia se vuelve a cebar duramente con ésta, la equivocada
me apartan a empujones, me ahogo en su rostro, camino solo.
¿Hacia dónde? ¿Hacia dónde? ¿Hacia dónde?
A encontrarte y decirte que será mi lugar
del que tantas y tantas veces todos escapamos.
Me quemaré tratando de vivir en esta pesadilla.
Te acompañaré tan pronto como quiera.
Te acompañaré tan pronto como quiera.
Esa armonía en mi cabeza.
Esa armonía en mi cabeza.
¡Qué tortura!
Mis recuerdos tan presentes, que no se irán.
Si ya no siento tus abrazos, esto no tiene sentido.
Camino descalzo entre pensamientos que funden mi cerebro.
Que me digan que es un sueño, que esta flor no es de ceniza.
Si la busco y si la busco, en mi lugar
del que tantas y tantas veces todos escapamos.
Me quemaré tratando de vivir en este mi lugar.
Me quemaré tratando de vivir, tratando de vivir esta pesadilla.
Te acompañaré tan pronto como quiera.
Te acompañaré tan pronto como quiera esa armonía,
esa armonía....

miércoles, 3 de abril de 2013

White Rabbit

Nunca había visto una cama tan ancha ni un paquete de tabaco tan pequeño,
no ví jamás, una noche tan vacía, un cenicero tan lleno,
nunca habia visto tal empeño y tanta falta de sueño,
tanta decisión y tanto pensamiento sin acción y tanto echar de menos....


Átame, al cabecero de tu cama,
castígame con besos, atraviesame con tus miradas,
bésame terpsícore, y baila,
al son del corazón de mis palabras.... y canta...
cántame al oído, yo te guardaré el secreto,
cuéntame como te fue la vida, hasta nuestro encuentro,
y empezaremos desde cero,
el último principio y el final queda tan lejos, tan lejos...
muérdeme y aráñame la espalda,
sabes que quiero pasar mi vida entre tus faldas,
sabes que sé poco y lo que sé es que me haces falta,
mis fuerzas van contigo a dónde quiera que tu vayas, hermana...
amiga, esposa, dulce amante vive en mí tus aventuras,
que a duras ya tenemos bono, vente a las maduras,
despierta y ven conmigo a pasear por las alturas,
del cielo de tu pelo entre mis dedos, sin tiempo, sin duda...
ahora que te tengo y que me tienes, ¿Qué mas quiero y qué mas quieres?
no puedo quererte más y lo consigo cada día, y me sorprende,
sólo pido al cielo un rato de tus labios y mis dientes,
tus abrazos, tus palabras, ya me entiendes...