Realidades aplicadas, a caricias y a la cama.
- Pequeño debo decirte, que mi sitio está en tu pecho,
y mi lecho está en el tuyo, siendo tu mentón mi techo.
-¿Tanto sacas de provecho?
-Mucho mas que con el resto,
que parecemos hermanos,
disfrutando del incesto!
-Tienes un humor honesto.
-Tengo el humor que me toca,
y mi boca es solo tuya, y todas las horas son pocas.
-Ven aquí cabeza loca.
-Ven locura que me arropa,
que me temo que es domingo,
y el tiempo se me desboca.
-Todas las horas son pocas.
-Todo mi mundo te aborda,
todo tu mundo me abruma,
pero la luna de alfeizar,
hace de problemas plumas.
-Te escribiré todo ésto.
-Debo hacerte una pregunta.
Si hablas mucho mas que yo,
y mi trabajo es de escucha,
porqué siempre que me escribes,
mis líneas son siempre largas,
y al revés serán las tuyas?
-Porque tengo que escribir todo lo que veo en tu cara,
me dices con la mirada, mas que mis muchas palabras.
-Pues yo adoro tus palabras.
-Y yo adoro mis entradas,
por que una vez publicadas,
las lees, y vuelvo a mi casa.
-Anda duerme que ya es tarde.
-Nunca es tarde, pero duermo, venga, vale.
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