Hoy la cama estaba hecha,
y estirada y fría y sola y tan estrecha,
y a la vez era tan ancha y tan inmensa,
que solo la fe me alienta,
en una maratón del corazón que se alimenta,
de victorias en futuro del presente de contienda,
y un lobo, y una luna, y un todo,
un pilar para seguir hacia delante, trabajar codo con codo,
y salir juntos de lodo, y un sorbo,
por la paz y la hermandad y el bourbon solo de la musa de mis lloros,
y un rosario de canicas de secretos,
y un amigo y un amante echa de menos,
y un te amo y un te espero,
y una tarde en mi cabeza donde estemos,
tomándonos la taza de café o rellenando el cenicero,
con cenizas del ayer que hoy es eterno,
tengo fe,
tengo valor, tengo un "por qué",
y una diosa que me inspira una Terpsícore en mi piel,
y tengo un ancla que no deja que me pierda entre tinieblas,
tengo un hada que me cuida, la guardiana ente la hierba,
una noche más de las que ya son muchas en mi haber,
y el tener años de vida no me importa si no son besar tu piel,
un papel para escribir lo que tendré,
que pronto llega, y mientras tanto tiro de la fe, y del café.
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