Esta puta realidad ya no hace gracia,
un chiste de mal gusto, como el rojo con naranja,
una guerra como en Gaza, una piedra por hogaza,
de un pan duro de verdades que no se tragan con agua,
y una patata que ladra, que ruge dentro del pecho,
el pulso descompasado por quedarme a comer techo,
por un lecho que te sueña y amanece entre llantinas,
no hay cantina que se precie a hacer que corra las cortinas,
anochece en mis retinas, al ocaso de este día,
y las horas sin abrazos tuyos son horas perdidas,
sin los trazos de sonrisas, ni lazos ni brillantina,
si no estás aquí a mi lado, se me hiela la saliva,
sin salida y con retraso, pero llegaré a buscarte,
darte todo lo que hago, o mandarlo de mi parte,
para que te llegue a tiempo, que me escuches al hablarte,
y aunque sólo sea por eso, seguiré siempre adelante.
S.P.
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