Dónde está la paz, dónde está el sitio,
donde pueda reclamar lo injusto y vacuo del destino,
donde el vino y las espinas de las rosas de un "lo mismo"
se nos paguen al contado, en efectivo, con carácter retroactivo,
ya está bien del "todo mal" y del delirio,
necesito bordear la realidad y que no sangre de un olvido,
pasear cerca del mar, o recluírnos,
a esquivar el mas allá, perdidos entre los mimos.
y un lugar es un lugar, y el tiempo no es un alivio,
solo quiero de mi hogar, intimidad y cariño,
y en un dulce despertar, tan esperado que vibro,
fundirnos en soledad, y ver crecer a los niños.
los lirios blancos al viento, en el patio de la mente,
soplar dientes de león, y ver volando la suerte,
y ver de lejos la muerte,
y ver de cerca tus labios,
y que me busquen tus ojos,
y que me encuenten tus manos.