Escuché el eco de la voz en la habitación sin muebles. Siempre hubo los mismos, pero de alguna manera había creado una colocación genial, espaciosa, solitaria y carcelera. Cojonudo. Me dispuse a escribir en mi portátil y cogí un cigarro. No tardé mucho en darme cuenta de que estaba solo, y me gustó. Soy un adicto a la soledad, y la coca cola. Sólo me faltaba un detalle, hierba.
Busqué en el cajón y encontré una bolsita abandonada, pero recordada. No soy un fumador social, no fumo en fiestas, no fumo en bares ni en parques, soy un sibarita de la droga. Papel de arroz, tabaco 10% natural y hierba 100% orgánica. Es como fumarse una ensalada, y te sientes mas sano. Pero apenas fumo, es para una de tantas cosas para las que soy inconstante, me temo que no soy un buen yonki de la droga convencional. Me gustan las adicciones, los vicios, los hobbies, los pasatiempos y el juego. Los yonkis hablan de la droga como una enfermedad y no como un vicio. Yo hablo de coca cola y patatas fritas y lo llamo vicio, enfermedad y amor duradero, del destructivo, del que te acompaña muchos años. Como una mala novia, la amas, y cada vez que toses, meas o eructas te jodes de amor por ella en un imenso placer autodestructivo y genial, como tirarte de cabeza a un charco y verte la cabeza abierta sabiendo que tienes lo que quieres. Como dios...
Y decidí escribir sobre las drogas mundanas, sobre las aceptadas y las comunes, como el amor, el sexo, el juego, las patatas fritas o la autocompasión. Y lo ví claro, amaba mi portátil, amaba la cancion Have Love Will Travel de los Sonics sonando en mi habtación vacía, y amaba escribir memorias en presente, o narrar el pretérico cuando aun estaba suceciendo. Y amo escribir, por encima de todas las cosas, para decir sin decir, o decir nada y quedarme, sentado, dejando el canuto en su cenicero, como si me la sudara el mundo, y le dí a Publicar Entrada, y me fui a mear, eructando, por que me encanta.
lunes, 31 de mayo de 2010
domingo, 30 de mayo de 2010
Dame agua.
Me giré en la cama y ví mi situación como algo lamentable. La mano izquierta apoyada en la pared y la pierna derecha caía del catre al suelo como muerta. En un primer momento había usado la táctica del ancla, buscando puntos de apoyo para que no girase la habitación. La pintura aún apestaba y tenía la certeza de que estaba jodiendola con la mano. Pero tenía otras cosas para pensar... abandono, alcohol, sexo, amor. Energías reciclables. En algún momento había quitado las sábanas para que no se mancharan, y hubiera preferido dormir con pintura que intentarlo sobre el áspero cubrecolchones, una funda azul con algun tipo de flores diseño intemporal que yo odiaba a muerte. Y lo ví claro. Necesitaba un cambio. Me levanté al cabo de unas 3 o 4 horas, la borrachera se había ido dejando paso a la fotosensibilidad. Y pensé, en mí, en ellas, en ellos, en todos, y luego en escribir.
Un blog, ¿una ventana para cambiar la percepcion de las cosas y mejorar como persona, o no mejorar y además jactarse de una senda de perdedor de la que estoy tremendamente enamorado?
Si no puede hacerte daño, no te hará feliz.
Bienvenidos a las realidades aplicadas.
Un blog, ¿una ventana para cambiar la percepcion de las cosas y mejorar como persona, o no mejorar y además jactarse de una senda de perdedor de la que estoy tremendamente enamorado?
Si no puede hacerte daño, no te hará feliz.
Bienvenidos a las realidades aplicadas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)