domingo, 24 de agosto de 2014

Posiblemente, lo mas sincero que he escrito.

Sé lo que tengo que hacer, conozco el juego,
de chico conoce a chica y lo que viene luego,
sé lo que es fumar en tu cama después, sé lo que tengo,
lo que tienes, entiendo lo que nos debemos..
y lo siento por saber matarte con los ojos,
por romperte en los abrazos, y hacer arte de destrozos,
no tengo la culpa, y sale solo,
y sólo sé que no controlo, cuando gira la rueda del protocolo,
sin embargo, frío, distante y aburrido,
sé como hacer para tener, pero después estoy perdido,
en la cuidad del corazón de litio,
un sin hogar, sin compromiso, sin quedarte a dormir, sin prejuicios,
sé lo que es tenerte delante y poder rajar de arriba a abajo,
tu persona y personalidad, tus trapos,
y lavarlos en las sábanas sudadas de relatos,
de palabras que no dices, con la miel entre tus labios.

Pero.....

No tengo ni puta idea y estoy harto,
de remar y remontar contra corriente por un pacto,
de intentar y no saber cómo querer de limpio y sano,
de buscar y no encontrar la compañera de fatigas o de infartos,
he olvidado como mantener la fe,
he perdido y ahora busco la herramienta de flipar por un café,
o un paseo, o caminar por un museo, de tu mano,
y llevarte por mi vida sin engaños,
dejando que conozcas mis pecados,
lo pequeño, lo bonito, bueno y malo,
y ser todo lo que buscas, ser humano,
con errores y victorias y con una sola meta,
el morirme entre tu piel de enredadera, y así cada noche entera,
mi duquela, el rumor de mi escalera, 
enséñame el camino hasta tu puerta,
que se me ha olvidado amar y ahora es un hueco que atraviesa,
la niebla de los huesos de mi pecho de amapola en aras de esa vida intensa.

lunes, 11 de agosto de 2014

Agrafa.

Estás en todas putas partes,
y no sé a qué coño hueles o sabes,
te mueves por el tacto en la cuidad como el espíritu de fallen,
ágrafa que agrada si le sale,
y ladrones de palabras no podrán sacarlas de entre tus estantes,
ágrafa es tragedia de almanaques,
miradas de leones que se miden las agallas en portales,
y ahora déjame que vuele a tu rescate,
mátame o hazme el amor entre tus matorrales,
me recuerdas cada día que no somos importantes,
siendo leves en la vida breve y sólo caminantes, 
pero ya que has descarnado mi pellejo hasta huesos,
cúbrelos de besos para hacernos un vestido de diamantes.