Fuera del bar, el resto estaba dentro,
encendí un cigarro,
les miré,
a través de la ventana.
Siempre a través de la ventana, haciendo la foto,
siempre desde fuera aunque suene mi nombre,
todo es de plástico, y humo, líquido insípido, pobre.
Pero ellos sonreían, conocían el secreto,
o eran ciegos, o sordos, pero nunca mudos,
y nunca quietos, dentro del bar de sonrisas.
Una mujer abrió la puerta, con delicadeza,
no recuerdo su cara, ni su olor, no recuerdo un carajo de ella,
pero me sonrió, educadamente,
y quise quererla, tenerla, y verla volar,
luego se fue.
porque era una absoluta,
[desconocida].
El domingo es una cárcel, en la cárcel siempre es domingo.
En el aeropuerto siempre parece mas tarde,
Dentro del bar todos parecen uno, un lo mismo.
Pero.
Están tan solos y locos,
y perdidos, y aburridos y son tan leves,
Como yo.