Amarillo Slim era una auténtica leyenda en el mundo de las apuestas, le ganó 10000 dólares a Bobby Riggs (campeón de Wimbeldon) retándole a una partida de ping pong, ¿Cómo lo hizo? Solo tenía una condición, "Yo elijo las palas" dijo amarillo, y se presentó al partido con dos sartenes. Al tiempo, unos buscavidas le retaron a una revancha contra un jugador chino que había entrenado con toda clase de utensilios, Amarillo aceptó, pero de nuevo con sus condiciones, elegir las palas. Volvió a ganar, y las palas eran botellas de coca cola vacías.
Ganó a un entrenador de baloncesto en una competición de tiros libres... Con un balón de rugbi. Ganó al famoso jugador de billar El gordo de Minnesota, en una partida donde se usaban escobas como tacos. Prometió batir un récord lanzando una pelota de golf de un golpe a mas de una milla, (unas cuatro veces mas que un profesional) y así lo hizo, eligió un enorme lago helado, y se fue aún mucho mas lejos de lo prometido.
Siempre hay algo que elegir, algo que aprender, un pequeño y plácido rincón de libertad, que por mucho que quieran dominar, evaluar o dirigir, nunca nadie podrá, es nuestra parcela, nuestro margen de actuación, y hay que preservar eso, para cuando venga lo peor, lo que está por llegar.
Había una historia de un hombre al que detienen por manifestarse en la calle, y cuando se lo llevan, el policía le dice "Esta noche vas a dormir entre rejas". A lo que el hombre, le responde, "No, esta noche la paso entre rejas, lo de dormír todavía lo decido yo."
Siempre un pequeño margen, "en mi hambre mando yo". Hoy no me dedico a divagar, o sí, o no sé, pero en cualquier caso, el mensaje es muy claro, siempre hay un margen desde el que comenzar el cambio, el crecimiento, la victoria. Y siempre nace de nosotros mismos,
Paz amigos, lucha y conciencia. Y mucho, mucho amor.
martes, 31 de julio de 2012
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